A menudo se oye decir que «¡ya está todo inventado!» y, tal vez, podría ser cierto, si no se consideran todas aquellas innovaciones que surgen de una combinación novedosa de elementos. Las tecnologías ampliamente utilizadas, sacadas de su contexto original de aplicación, implementadas y combinadas en nuevos campos de aplicación, siguen abriendo nuevos universos inexplorados del conocimiento.
Por tanto, aún queda mucho por inventar y, de hecho, cuantas más tecnologías maduras tengamos a nuestra disposición, mayor será el número de combinaciones novedosas entre ellas.
Por supuesto, no todos lo logran, para innovar hay que ser capaz de mirar más allá de las cosas tal y como son. Se necesita hacer un paso adelante y otro atrás, para observar las cosas a veces de manera muy atenta y «de cerca» y a veces desde distancias siderales, lo suficientemente amplias como para considerar el objeto de observación solo por lo que es, y no por el papel y el significado específicos que ha adquirido en una cultura concreta.
Sin embargo, sucede, y ha sucedido en Eureka, cuando el equipo de diseño de la empresa ha diseñado, probado y patentado BULLsystem, una tecnología destinada a revolucionar la idea de barredora industrial.
Todos los especialistas del sector de la limpieza saben desde hace tiempo que los mejores resultados de recogida de residuos con una barredora se logran con un sistema de carga directa, o frontal. La barredora avanza y el cepillo cilíndrico central gira, frotando sus cerdas por el suelo en el sentido contrario al de marcha, para recoger el polvo y los desechos y proyectarlos en el contenedor recolector de residuos, situado delante del cepillo. Si el contenedor estuviera colocado detrás, la suciedad tendría que ser levantada mucho más, para pasar por encima del cepillo antes de caer de nuevo en el contenedor recolector. Para obtener buenos resultados, este segundo sistema requiere una mayor velocidad de rotación del cepillo, lo que inevitablemente también conlleva un mayor consumo de energía y un mayor desgaste de las cerdas. Además, los residuos pesados difícilmente se levantarían lo suficiente como para ser recogidos.
Por dicho motivo, el sistema de carga directa es mejor: es más eficiente en la recogida de la suciedad de cualquier peso, consume menos energía y requiere menos cambios de cepillos debido al menor desgaste de las cerdas.
Hasta ahora se creía que el sistema de recogida de carga directa solo podía montarse en posición delantera, delante del asiento del conductor. Pero en esta posición, con el uso de contenedores recolectores de residuos de gran capacidad con descarga hidráulica, la visibilidad del operador se reduce enormemente, haciendo que la barredora sea insegura y poco maniobrable.
Existen muchas máquinas con contenedores recolectores de residuos traseros, pero ninguna tiene el sistema de carga directa. Son barredoras que, para satisfacer la necesidad de amplia visibilidad del conductor, maniobrabilidad de la máquina y seguridad, han sacrificado la posibilidad de instalar el mejor sistema de limpieza disponible.